martes, 15 de junio de 2010

Ella y yo

No es que no la quiera escuchar. No es que no la entienda, o que no comparta su angustia. Tampoco creo que esté equivocada, o la culpo por exigirme ahí. No la considero tonta, ni demente, ni ambigua. No me siento ajena a sus sentimientos, ni la desconozco por ellos. Entiendo la bronca, el enojo y las ganas de asesinar.

Pero es que estoy completamente segura de que no se merece perder todo este tiempo. Es sólo que no importa cuánto la escuche, ya no tengo más para decir.

Y es que estoy segurísima de que no me merezco perder todo este tiempo. Pero no importa cuánto me escuche, ya no tengo más para decir.

5 comentarios:

Hugo dijo...

Encontrándote con vos misma?

Lola dijo...

tu conciencia t ta quemando el bocho?

El alter ego de Mabel dijo...

Hay que tener paciencia, porque si hay algo que les pasa a las palabras es que se erosionan. Y después viene ese silencio que es el permiso para olvidar.

Cuello de Pavo dijo...

problemas de esquizofrenia?, tengo unas pastillas para eso por algún lado si querés...

Hilitos dijo...

Lola: No, solo me recuerda que existe

Mabel: Es tener paciencia o desesperar. Y la segunda no me convence

Cuello: Sí, quiero.