miércoles, 10 de marzo de 2010

Nube negrísima

Odio ver ese placard vacío. No me quiero ir. Estoy segura de eso.
Para colmo la radio más deprimente del mundo, hoy está en sus mejores días, y las demás son puro reggeaton (o como chonga se escriba). Y el ruido me aturde, pero el silencio me deprime, y yo no sé que es peor.
Yo sabía que esto se iba a terminar en algún momento, pero no se. No estoy lista hoy. Como siempre, creí que tenía más tiempo. Tiempo de despedirme de todos con un beso y un abrazo. No me importa que los vuelva a ver, no me interesa. Porque volver, o irme, no es sólo alejarme. Es retomar todo. TODO. Incluyendo las cosas de las que me venía escapando y las que se me van a escapar. Porque ya me avisaste, te vas.
Bastardo.
Y me voy de acá para instalarme allá, pero medias por un tiempo. Y lo mejor lo estaba viviendo, y ya sé, ya sé que siempre lo mejor está por venir. No soy emo ni nada que se le parezca. Tampoco es que ando tirando flores por la vida. Pero es así, nunca nada va a ser tan grave, algo bueno siempre hay.
Malísimo, ni yo me creo hoy. NO ME QUIERO IR!!!.
Quiero gritarlo, y llorar falsamente con gritos de colores. Patalear, y que venga mamá a abrazarme fuerte y relajarme. Sí, que inmadura. Qué me importa. Me siento así. Tirada en el suelo, que me duela la garganta de gritar, y que después alguien me diga que está bien, que me puedo quedar. Que ese final maldito lo aprobó alguien por mí, y que todos nos quedamos un tiempo más. Que mis vacaciones se extienden, y (sólo porque le caigo bien) me regala un día de spa.


Dale Alguien, te estoy esperando.

No hay comentarios: